Vaatwasser reinigen stap voor stap: 10 duurzame tips voor een frisse vaatwasser

Limpiar el lavavajillas paso a paso: 10 consejos sostenibles para un lavavajillas fresco

El lavavajillas – nuestro fiel ayudante de cocina que cada día lava montones de platos y vasos sucios para nosotros. Pero, ¿quién limpia al limpiador? 😉 Con el tiempo, tu lavavajillas también puede necesitar una limpieza. Me di cuenta por primera vez cuando salió un olor a humedad de mi máquina, una especie de olor a perro mojado mezclado con restos de comida vieja (¡puaj!). Esa fue la señal: hora de limpiar a fondo el lavavajillas. No te preocupes, con mi plan paso a paso y algunos trucos sostenibles, esta tarea se hace rápido – y tu lavavajillas te lo agradecerá con vajilla limpia y fresca como resultado.

Así que, remángate las mangas y pongámonos manos a la obra. Aquí tienes 10 pasos para darle un buen repaso a tu lavavajillas, sin recurrir al cloro u otros productos agresivos. Tu electrodoméstico puede quedar limpio perfectamente sin un circo químico. ¡Vamos!

Paso 1: Vacía completamente el lavavajillas

Empieza por el principio: asegúrate de que el lavavajillas esté vacío. Saca toda la vajilla, incluso esa cucharita perdida que puede estar en el fondo. Parece obvio, pero lo menciono igual. 😉 Luego, quita las piezas desmontables, como la cubertería y, si las hay, las rejillas o soportes. Estas piezas las puedes poner directamente en un recipiente con agua tibia y un poco de detergente suave (por ejemplo, en el fregadero o en una palangana). Déjalas en remojo mientras limpias el resto de la máquina. Un lavavajillas vacío te da espacio para llegar a todos lados bien – y evita que quede alguna taza de café dando vueltas que reciba una ducha de vinagre.

Paso 2: Saca el filtro

Ahora un paso muy importante que a menudo se pasa por alto: limpiar el filtro. En el fondo de tu lavavajillas hay un filtro (normalmente un colador redondo) que recoge restos de comida para que no lleguen a la bomba. Gira o desengancha este filtro (consulta el manual si no lo ves a simple vista). Advertencia: puede ser un poco asqueroso 🤢, porque se acumulan restos de comida. Yo he sacado alguna vez un trozo de macarrón perdido y cáscaras de limón de nuestro filtro… Prepárate y quita esa suciedad. Luego enjuaga el filtro bajo el agua caliente. Usa un cepillo para platos o un cepillo de dientes viejo para frotar la grasa y la suciedad. Una gota de detergente no hace daño. Consejo: usa guantes de cocina si no te gusta mucho esta tarea. Pero créeme, un filtro limpio es la mitad del trabajo para un lavavajillas fresco.

Paso 3: Limpia los brazos rociadores

Los brazos rociadores giratorios arriba y abajo en tu lavavajillas lanzan los chorros de agua que limpian la vajilla. Si esos agujeros están obstruidos con cal o restos de comida, nada queda bien limpio. Normalmente puedes desenganchar o desenroscar fácilmente los brazos rociadores. Sácalos y revisa los agujeros. ¿Ves obstrucciones? Pínchalos con un palillo de brocheta o un mondadientes. Sostén el brazo bajo el grifo y enjuaga mientras giras para sacar los restos. También puedes dejar el brazo en remojo en agua tibia con vinagre si hay mucha cal. La cal se disuelve sin frotar. Luego enjuaga bien. No olvides limpiar tanto el brazo superior (debajo de la cesta superior) como el inferior. Cuando estén limpios, vuelve a colocarlos en su sitio. Ahora el agua podrá salir como lluvia dentro de tu máquina – ¡adiós suciedad!

Paso 4: Limpia las gomas de la puerta y las esquinas

El borde de la puerta y las juntas de goma son lugares famosos por acumular suciedad. Abre la puerta completamente y mira los bordes: a menudo verás una línea de suciedad o incluso moho. ¡Puaj! Toma un paño húmedo (empapado en agua tibia con un poco de vinagre o un limpiador suave) y limpia bien esas gomas. Usa los dedos para levantar un poco las solapas de goma y poder limpiar debajo. También puedes usar un paño de limpieza biodegradable – que elimina bacterias y luego puedes desecharlo. No olvides la parte inferior de la puerta: ahí también suele quedar suciedad y grasa, justo fuera de la vista. Limpia también los bordes de la máquina, las bisagras y el frontal. Todo lo que limpies de las gomas evita malos olores y moho. Además, una goma limpia dura más (y se mantiene flexible e impermeable). Vamos al paso 5, ¡ya vas muy bien!

Paso 5: Usa un limpiador ecológico para el interior

Ahora viene uno de mis trucos sostenibles favoritos para el lavavajillas: vinagre y bicarbonato. ¿Tienes problemas con la cal o malos olores? Pon un recipiente resistente al calor o una taza con vinagre de limpieza común en la bandeja superior de tu lavavajillas vacío. Luego espolvorea un puñado de bicarbonato en el fondo de la máquina. Cierra el lavavajillas. Elige un programa caliente (preferiblemente 60°C o más) y deja que funcione (sin vajilla). ¿Qué pasa aquí? El vinagre y el bicarbonato trabajan juntos. El vinagre descalcifica y desengrasa, el bicarbonato neutraliza olores y ayuda a despegar suciedad pegada. Durante el enjuague, el vinagre se distribuye por toda la máquina y limpia cada rincón. Resultado: un lavavajillas limpio y sin olores de forma totalmente natural. Y no, tu cocina no olerá a vinagre para siempre – el olor desaparece rápido y se lleva los malos olores con él. Este truco es barato, efectivo y cuida el medio ambiente.

Paso 6: Prueba un limpiador especial para un impulso extra

Si sientes que tu lavavajillas necesita un extra de frescura (o no te convence el truco del vinagre), puedes usar un limpiador especial para lavavajillas. Intenta elegir una versión ecológica. Por ejemplo, hay tabletas de limpieza sin cloro. ¿No tienes? También puedes ser creativo: algunas personas ponen unas gotas de limpiador concentrado multiusos en el lavavajillas para un buen aroma. Yo he puesto alguna vez un tapón de Fabulosa desinfectante concentrado (con un aroma agradable) en el fondo de la máquina vacía y luego he hecho un programa corto y caliente. El resultado fue un aroma fresco y un lavavajillas limpio. **Atención:** usa solo un poco si haces esto y omite el prelavado, o el producto se irá enseguida. Mejor aún, elige un producto hecho para lavavajillas y biodegradable. La idea es que tu máquina brille y huela bien sin dejar un halo químico.

Paso 7: Limpia el exterior también

Mientras estás en ello, el exterior del lavavajillas también merece un poco de cariño. La puerta puede tener huellas y manchas, especialmente si tienes un frontal de acero inoxidable. Usa un paño suave y un limpiador suave (unas gotas de detergente en agua tibia suelen bastar) para limpiar el frontal. Para acero inoxidable también puedes usar un limpiador especial, pero un poco de vinagre en un paño funciona igual para eliminar rayas. Usa movimientos circulares y no demasiada humedad (no quieres que se filtre al panel de control). Luego seca con un paño de microfibra seco para evitar marcas. Ahora no solo brilla el interior, sino que el exterior parece nuevo. Poco esfuerzo, gran efecto – la cocina se ve más fresca al instante.

Paso 8: Vuelve a montar todo y haz una prueba

Ya has limpiado el interior (filtro limpio, brazos rociadores limpios, interior enjuagado con vinagre/bicarbonato o limpiador) y las gomas y el exterior. Es hora de montar todo de nuevo. Coloca el filtro limpio en su sitio (no lo olvides, o los restos de comida se dispersarán otra vez), vuelve a colocar los brazos rociadores y mete las rejillas y la cubertería en la máquina. Haz una revisión rápida para asegurarte de que no dejaste nada dentro (hablo por experiencia: una vez dejé accidentalmente la esponja de limpieza en la cubertería 😅). Ahora puedes, como prueba final, hacer un programa corto vacío o seguir con la siguiente carga de vajilla sucia. Yo suelo hacer una lavada con vasos o utensilios para que desaparezcan los últimos restos de vinagre o bicarbonato. ¿A que notas que la máquina funciona más suave y huele mejor?

Paso 9: Mantén ese lavavajillas fresco

¡Felicidades, tu lavavajillas está limpio! Pero, ¿cómo mantenerlo así? Aquí algunos hábitos sostenibles para evitar que se ensucie rápido otra vez:

  • Raspa los restos de comida: Enjuaga los platos brevemente o raspa bien los restos en la basura antes de ponerlos en el lavavajillas. Cuanto menos haya flotando, menos se obstruye el filtro.
  • Usa sal regeneradora y abrillantador: Asegúrate de que tu lavavajillas siempre tenga suficiente sal y abrillantador (si tu modelo lo requiere). Esto previene la cal dentro de la máquina y en la vajilla.
  • Deja la puerta entreabierta después de usar: Tras un ciclo: apaga la máquina y no cierres la puerta del todo, déjala un poco abierta. Así sale el vapor y el interior se seca bien. Esto evita olores a humedad y moho.
  • Mantenimiento mensual rápido: Una vez al mes haz una mini limpieza. Saca y enjuaga el filtro (2 minutos), pasa un paño rápido por las gomas y, si quieres, un ciclo caliente vacío con vinagre para refrescar. Así tu lavavajillas siempre estará en forma.
  • Dosis de detergente: No uses demasiadas tabletas o polvo. El exceso puede acumularse en la máquina. Sigue la cantidad recomendada – no lavarás mejor con más jabón, solo dejarás residuos.

Con estos hábitos evitas que tu lavavajillas se convierta en un criadero de grasa y cal. Y: un lavavajillas bien cuidado dura más y funciona mejor, ahorrando energía. Eso también es sostenible.

Paso 10: ¡Disfruta de tu vajilla limpia y fresca!

¡Sí, llegamos al último paso: disfrutar! 😄 Suena raro para una tarea de limpieza, pero créeme, la próxima vez que abras el lavavajillas y no salga ningún olor raro sino un aroma neutro (o incluso fresco), estarás contento de haberlo limpiado. Además, seguro que notas que la vajilla sale más limpia ahora que la máquina está limpia. Quizá te sorprenda lo fácil y barato que fue con remedios caseros y unos cuantos ayudantes de limpieza. Date una palmada en el hombro: ¡bien hecho! Date un café o té – y mira, tu taza favorita acaba de salir reluciente de ese lavavajillas recién limpiado. Perfecto, ¿verdad?

Limpiar un lavavajillas es muy fácil si lo haces paso a paso. Limpia el filtro, revisa los brazos rociadores, deja que los productos ecológicos como vinagre y bicarbonato hagan su trabajo y listo. No necesitas químicos agresivos para tener una máquina fresca – de hecho, con soluciones naturales y recargables como The Pink Stuff Power Drops y un poco de vinagre vas muy lejos. Y tu lavavajillas te lo agradecerá: vajilla limpia, sin malos olores y más vida útil. Así que la próxima vez que notes un olor a humedad o que los vasos no brillan tanto, ya sabes qué hacer. Pon tu música favorita, sigue estos 10 consejos y en nada tu ayudante de cocina estará como nuevo. ¡Feliz lavado! 🍽✨

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