Seamos honestos: limpiar el inodoro no es precisamente el pasatiempo favorito de todos. Sin embargo, no hay nada tan agradable como un baño que brille y huela fresco, especialmente en un hogar concurrido donde el inodoro se usa (y abusa) con frecuencia. Como madre, he perfeccionado mi rutina de limpieza del inodoro: rápida, efectiva y con productos que realmente funcionan (y preferiblemente que no sean demasiado dañinos para el medio ambiente ni para mis fosas nasales). En este blog te guiaré paso a paso por mi ritual de limpieza del inodoro. Ponte los guantes, pon una buena música y hagamos que ese trono de porcelana brille como nuevo.
Paso 1: La preparación es la mitad del trabajo
Antes de empezar, primero prepara todo. ¿Qué necesitas? Mis esenciales: guantes de goma (de verdad, nadie quiere manos que huelan a baño), un cepillo para inodoro, algunos trapos viejos o paños de microfibra, y por supuesto el producto de limpieza que prefieras. También siempre preparo un balde con agua tibia y un chorro de limpiador multiusos para la parte exterior del inodoro.
Consejo: para el inodoro, usa preferiblemente paños o esponjas de limpieza separados que no uses para otras tareas. Yo tengo una vieja esponja Scrub Daddy que ya no uso para otra cosa y la he convertido en “esponja para inodoro”. Es perfecta para fregar, por ejemplo, la parte inferior del asiento o las bisagras, porque no raya y puedo tirarla sin lágrimas después. Seguridad ante todo y además una buena excusa para comprar otro alegre Scrub Daddy, ¿verdad?
Paso 2: Elegir el limpiador adecuado
Hay montones de limpiadores para inodoro en el mercado y cada quien tiene su favorito. Puedes optar por el clásico gel para inodoro con lejía (todos conocemos ese olor a cloro). Mata bacterias y deja el inodoro visualmente limpio de un solo golpe, pero siendo sincera: el olor a cloro me parece horrible y no es nada ecológico. Por suerte, hay alternativas. A mí me gusta usar un limpiador para inodoro suave pero efectivo. Un ejemplo es el gel para inodoro Asevi con aroma a eucalipto (o un producto similar): limpia bien y huele agradablemente fresco. Pero mi arma secreta absoluta contra un inodoro sucio es un producto de moda que descubrí en las redes sociales: The Pink Stuff foaming toilet powder. ¡Sí, leíste bien: polvo!
Este polvo rosa lo echas en la taza, aparece una espuma rosada (una pequeña fiesta de espuma en tu inodoro, a los niños les encanta verlo) y esa espuma disuelve la suciedad y la cal. Después de unos minutos la espuma desaparece y puedes tirar de la cadena. Resultado: una taza más limpia que además huele a fruta fresca. Lo bueno es que funciona sin ese fuerte olor a cloro. Por supuesto, también puedes usar vinagre de limpieza y bicarbonato como alternativa casera: una taza de vinagre en la taza, una cucharada de bicarbonato, y burbujea y limpia al mismo tiempo. Funciona bien, pero huele menos agradable. ¡Elige lo que más te guste!
Paso 3: Fregar el interior de la taza del inodoro
Ahora que el producto ha hecho su trabajo, es hora del verdadero fregado. Toma el cepillo para inodoro y frota bien las paredes de la taza y especialmente debajo del borde. Ese borde es famoso; ahí se acumula la cal y la piedra de orina. ¿Tienes un inodoro con diseño sin borde? Suerte, eso hace la limpieza mucho más fácil. Si no, mete bien la cabeza del cepillo debajo de ese borde. Si veo que quedan restos de cal (esa suciedad amarillenta, qué asco), espolvoreo un poco de bicarbonato y froto con fuerza. Los granos abrasivos del bicarbonato ayudan a eliminar los últimos restos.
Para los obsesionados con los gérmenes: si quieres estar seguro de que todas las bacterias mueren, en este punto puedes rociar un poco de lejía diluida en los bordes y dejar actuar un minuto antes de tirar de la cadena. Yo solo hago esto si alguien en casa ha estado enfermo; para la limpieza diaria o semanal me parece exagerado (y el olor, brrr). Después de fregar: tira de la cadena con el cepillo aún en la taza para enjuagarlo también. Ten cuidado con el agua salpicando, por eso llevaba ropa vieja, ¿recuerdas?
Paso 4: Limpiar el asiento y la tapa del inodoro
El interior está limpio, pero un inodoro higiénico también significa que el asiento, la tapa y todas las demás partes estén limpias. Nadie quiere sentarse en un asiento pegajoso, ¿verdad? Levanto el asiento y la tapa y los rocío con un limpiador desinfectante multiusos (soy fan del spray perfumado Fabulosa con efecto antibacteriano, al menos no huele tan químico). Dejo que el spray actúe un momento y luego limpio todo con un paño limpio. No olvides las bisagras, donde suele acumularse suciedad. ¿Tienes manchas difíciles o decoloración en la parte inferior del asiento? Un poco de crema Pink Stuff en un paño puede hacer maravillas; frota suavemente y desaparece esa capa amarillenta.
Asegúrate de limpiar tanto la parte superior como la inferior del asiento, y también el borde de la taza donde se apoya el asiento. Lo sé, no es la tarea más divertida, pero piensa en lo orgulloso que estarás cuando todo brille. En mi casa, después de limpiar, advierto a todos: “Este inodoro está tan limpio que brilla, así que por favor orinar sentado o limpiar tú mismo”, digo riendo a los hombres de la casa. Medio broma, medio en serio 😉.
Paso 5: La parte exterior y el suelo alrededor
Ahora el interior parece de revista, pero la parte exterior de la taza también merece atención. Toma tu balde con agua jabonosa (¿recuerdas, con ese chorro de limpiador multiusos o algún producto suave) y un paño. Limpia toda la parte exterior del inodoro: el tanque (no olvides la parte superior y el botón), el exterior de la taza, y también la base del inodoro y el suelo alrededor. Aquí también pueden caer gotas (especialmente si alguien orina de pie en casa). Yo suelo usar un paño separado con agua tibia y jabón, y después lo lavo inmediatamente. Si tienes suelo de baldosas, pasa también la mopa o fregona por las baldosas alrededor del inodoro para un acabado perfecto. A mí me gusta añadir un chorro de limpiador para suelos Asevi eucalipto al agua de la fregona o algo de concentrado de Fabulosa – así todo el baño huele fresco a mentol (y asocio ese olor con limpieza).
También recuerda limpiar los zócalos o las juntas de silicona detrás del inodoro. Polvo y humedad = asco, moho o mal olor. Un cepillo o la boquilla estrecha de la aspiradora por detrás no está de más antes de fregar. Son esos detalles que solo notas cuando están sucios, pero cuando los limpias piensas: hmm, qué bien huele aquí y qué fresco se ve todo.
Paso 6: No olvides el cepillo del inodoro
Un gran olvidado: el soporte del cepillo para inodoro. Ahí también puede acumularse mal olor si nunca lo limpias. Honestamente, antes tiraba el cepillo después de unos meses y compraba uno barato nuevo. No es lo más sostenible, así que ahora intento que dure más manteniéndolo limpio. Después de limpiar, siempre enjuago el cepillo (como describí, sosteniéndolo bajo el chorro mientras tiro de la cadena). Luego suelo colocar el cepillo bajo el asiento para que escurra y se seque, en lugar de ponerlo goteando en el soporte.
De vez en cuando echo agua caliente con jabón o un poco de lejía diluida en el soporte vacío, lo dejo actuar un rato y luego lo enjuago. Otro gran consejo: espolvorear un poco de polvo de Bin Brite en el fondo del soporte del cepillo. Originalmente está pensado para evitar olores en el cubo de basura, pero ¿por qué no en el soporte del cepillo? Mantiene los malos olores alejados y absorbe el exceso de humedad. Desde que uso este truco, no temo mover el soporte mientras friego, ¡jaja!
Paso 7: Olor y frescura duradera
Tu inodoro ya está limpio, pero claro que quieres que huela fresco hasta la próxima limpieza. Hay pastillas para el inodoro o varitas aromáticas para el ambiente – usa lo que te guste. A mí me gusta poner una piedra aromática en el lavamanos (ese bloque amarillo limón que se disuelve lentamente, delicioso aroma a limón). Además, juro por usar regularmente un spray desinfectante perfumado en las superficies (como el Fabulosa). Un poco de spray después de un día con mucho uso, pasar un paño y listo.
Otro consejo: por la noche, antes de dormir, echa una taza de vinagre de limpieza en la taza y no tires de la cadena. Déjalo actuar toda la noche. Esto ayuda contra la cal y neutraliza olores. A la mañana siguiente, con el primer uso del baño, tirarás de la cadena y habrás hecho un mantenimiento sin darte cuenta. Son pequeños detalles que evitan que la limpieza profunda sea necesaria tan pronto.
Finalmente, para los amantes del lujo: un spray ambiental o una vela aromática (¡colócala en un lugar seguro!) en el baño hacen maravillas para la experiencia. Incluso hay perfumes especiales para inodoro que se rocían en la taza antes de usarla (sí, existen, como los sprays tipo “poopouri”). Bueno, todo ayuda para mantener el baño pequeño agradable, ¿no?
Paso 8: Toques finales higiénicos – paños y textiles a lavar
¡Has terminado! Echa todos los paños usados y la esponja a lavar o tíralos. No olvides lavarte bien las manos (aunque hayas usado guantes). Además, después de cada limpieza profunda cambio la toalla que cuelga en el baño por una limpia. Y la alfombrilla del baño, si tienes, la lavo a 60°C. Lo hago con un chorro de detergente Robijn, para que las fibras no solo queden limpias sino también con un aroma delicioso. No hay nada mejor que un inodoro impecable con una alfombrilla recién lavada – es la guinda del pastel.
Así que, ¡aplauso para ti! Tu inodoro brilla y huele como nuevo. Usando estos productos y consejos, no solo mantienes un inodoro higiénico ahora, sino que también aseguras frescura duradera en los próximos días. Con unos hábitos inteligentes (revisión diaria, una mini limpieza con vinagre semanal) lo mantienes fácil. Y si alguna vez tienes menos tiempo, sabes que una fiesta de espuma rosa o un spray rápido te salvarán. Limpiar el inodoro nunca será mi hobby favorito, pero siendo sincera: un inodoro tan fresco da una sensación de satisfacción. ¡Suerte con tu próxima limpieza, tú puedes!